martes, 19 de marzo de 2013

Yo pensé que había quedado claro

El otro día me llama Miguel, un cliente con el que ya tengo varias pólizas, y me dice que ha abierto una pequeña tiendecita y que quiere que se la aseguremos. Me cuenta que en este momento está muy liado y que anda de acá para allá poniendo muebles y comprando mercancía, por lo que no puede dedicarme mucho tiempo.

Yo, encantada de que confíe de nuevo en mi, le pongo todo tipo de facilidades y le pido que me cuente por teléfono cuanto dinero está invirtiendo en mobiliario y mercancía (existencias) para poder hacerle una propuesta de seguro.

Al día siguiente le mando la información y cual es mi sorpresa cuando me dice que se lo ha comentado a un amigo que le está ayudando y que le ha dicho que los capitales que me ha dado son  muy bajos. En ese momento doy un respingo y le digo: Miguel, "yo pensé que había quedado claro" tienes ya varias pólizas conmigo y esta conversación la hemos tenido en varias ocasiones. No puedes engañarme a la hora de valorar lo que tienes en el local, pretendiendo abaratar la póliza, porque entonces no estamos asegurando tu negocio, estamos asegurando solo una parte.

Miguel se disculpa y me dice que sí, que tengo razón, pero que está haciendo una inversión y que la tendencia en este momento es a reducir costes por donde pueda.

Finalmente hace un ejercicio de sinceridad y me cuenta lo que realmente le están costando las cosas. La sorpresa se la lleva él cuando al llevarle la nueva propuesta ve que la diferencia en el precio final no es tanta respecto a la anterior, pero que la tranquilidad de tener un Seguro Bien Hecho si es importante.

En este caso he de reconocer que tan mal actuó el cliente como el Agente, yo, pues me fié de lo que mi asegurado me contaba sin verificarlo in-situ, ¡no me pasa más!.

El problema de poner capitales por debajo de la realidad es que incurrimos en lo que se llama un infraseguro, es decir estamos asegurando solo parte de lo que poseemos. La ley del seguro es muy clara en estos casos y supone que lo que falta por asegurar lo asume el asegurado por lo tanto se le pagará en proporción en caso de siniestro.

El problema del infraseguro es uno de los más frecuentes y es el más sencillo de evitar ya que basta con que los Agentes nos pongamos serios y le pidamos a nuestros clientes sinceridad a la hora de valorar algo que sólo ellos conocen.


lunes, 18 de marzo de 2013

Hoy empiezo mi andadura en esta nueva tarea de elaborar un blog. La verdad es que la ilusión es mucha y espero poder contaros cosas interesantes que puedan ayudaros a descubrir si vuestras pólizas de seguros están o no Bien Hechas y por supuesto si quedan dudas brindaros la oportunidad de ser yo misma la que con pocos datos pueda daros esa respuesta y ofreceros una nueva solución de seguro.


¿Por qué SBH? Llevo ya un tiempo trabajando como Agente Asesor de Seguros y a la hora de ofrecerle a  un cliente uno de mis productos y compararlo con el que ya tiene una de las frases que más he repetido es "lo siento, pero su póliza no está bien hecha". Superado el primer momento en el que el cliente piensa o incluso dice "Claro porque usted lo diga" y puedes sentarte a explicarle la razón de tal afirmación, el cliente se da cuenta de que por un motivo u otro su póliza realmente no está bien hecha.



Es en ese momento en el que empieza la parte que más me gusta de mi trabajo, analizar las necesidades reales del cliente, sus posibilidades económicas y a través de los productos que me ofrece la compañía Generali dar una solución redonda a mi cliente de Seguro Bien Hecho.



En este blog pretendo analizar los múltiples motivos por los que las pólizas no están bien hechas y las razones por las que necesitamos pólizas de Seguros Bien Hechas.



A veces la culpa es del Agente que quiere vender a toda costa, de la compañía que tiene condicionados engorrosos, del asegurado que quiere "bueno, bonito y barato", del mercado con un montón de ofertas deplorables, de la situación crítica en la que vivimos, del entorno "los niños, el marido-la mujer, el trabajo", del tiempo "ese día llovía y ni el agente ni el asegurado estaban de buen talante", del vecino que nos aconsejó hacer la póliza con su hijo, en fin son tantos los aspectos que intervienen que espero podamos analizarlos todos.